Cayendo por la conejera - Cap. I


Alicia empezaba a sentirse muy aburrida de estar sentada junto a su hermana a la orilla del río, y de no tener nada que hacer. Había curioseado una o dos veces en el libro que su hermana leía, pero éste no tenía ilustraciones ni diálogos, y "¿para qué sirve un libro sin ilustraciones ni diálogos?", Penso Alicia.

De manera que estaba considerando ( lo mejor que podía, porque el día caluroso la tenía muy somnolienta y atontada) si el placer de tejer una guirnalda de margaritas valdría la molestia de levantarse y recoger las flores, cuando súbitamente pasócorriendo a su lado un Conejo Blanco de ojos rosados.

No había nada excesivamente extraordinario en eso. Ni Alicia consideró excesivamente extraordinario oír que el Conejo se decía:
-¡Ay, Dios mío! ¡Ay dios mío! ¡Llegaré demaciado tarde!
(Cuando pensó que el asunto tiempo después, a Alicia se le ocurrió que debería haberse maravillado; sin embargo, en aquel momento todo le resultó perfectamente natural.) Pero cuando el Conejo realmente sacó un relos del bolsillo de su chaleco, miró la hora y apuró la carrera, Alicia se levantó de un salto, por que comprendió de pronto que nunca había visto un conejo con chaleco, ni con un reloj para sacar del bolsillo del chaleco; y ardiendo de curiosidad, corrió tras él a través del campo, justo a tiempo para verlo desaparecer en una gran conejera bajo el cerco.

Alicia lo siguió en un instante, sin detenerse un momento a considerar cómo iba a arreglarse para salir de allí.


Comentarios

Carolina Edogawa ha dicho que…
alicia es de los mejores libros que leei en mi vida..
saludos!
Juli_TheStrange ha dicho que…
Hola!
definitivamente concuerdo con vos!

Salut!

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